martes, 18 de marzo de 2014

Uso académico de redes sociales:

Uso académico de redes sociales: análisis
comparativo entre estudiantes de Ciencias y de
Letras
Sergio Roses
Universidad de Málaga (España)
sergioroses@uma.es

Marisol Gómez Aguilar
Universidad de Málaga (España)
marisol@uma.es

Pedro Farias
Universidad de Málaga (España)
farias@uma.es
En la investigación  que se ha realizado se ha proporcionado un gran número de evidencias empíricas que permiten aproximar una respuesta a la pregunta de investigación que plantaba si exis­ten diferencias en el uso académico de las redes sociales que hacen los universitarios de distintas áreas de conocimiento. A la luz de los datos descritos, podemos enunciar y discutir las siguientes conclusiones.

Los estudiantes “de letras” usan con mayor intensidad las redes sociales que los “de ciencias”. El uso genérico de redes sociales en los dos colectivos estudiados es muy alto, sin embargo, los estudiantes “de ciencias” presentan una exposición y frecuencia de uso más reducida que sus compañeros “de letras”. He aquí una paradoja: el peso de los estudiantes de cursos más bajos (1º y 2º) en el conjunto del colectivo era superior entre el alumnado “de ciencias”, lo que a priori debería haber generado unos datos de exposición y uso genérico superiores al de los estudiantes “de letras”, colectivo integrado por un mayor número de alumnos de cursos superiores (3º y 4º). Quizás la explicación a este resultado se deba a una mayor carga de trabajo y tiempo dedicado al estudio del alumno de las titulaciones “de ciencias”. Viendo reducido su tiempo de ocio”—no olvidemos que sigue siendo el primer motivo de uso de las redes—, frente al de sus compañeros “de letras”, tendría sentido que el lapso destinado a las redes se redujera proporcionalmente tal y como demuestran los datos.
Por otra parte, los estudiantes “de letras” presentan en general una actitud más favorable que los “de ciencias” a la utilización de las redes sociales en la enseñanza universitaria. He aquí que nos encontramos de nuevo con el recurrente dilema sobre la relación entre actitudes y comportamiento. De un lado, podemos pensar que el mayor uso de las redes y, por tanto, de conocimiento que tienen los estudiantes “de letras” explica por qué sus actitudes son más favorables que las de sus compañe­ros “de ciencias”. No obstante, podríamos enunciar la misma afirmación en sentido inverso. Es decir, el hecho de que los estudiantes “de letras” presenten actitudes más favorables al empleo de las redes en la docencia explicaría por qué las utilizan con mayor frecuencia que los estudiantes “de ciencias”. En lo que atañe exclusivamente al ámbito actitudinal, podría deberse a que los estudiantes “de ciencias” perciben a sus profesores y a sus estudios como representantes de un modelo de educación más formal o tradicional, donde lo poco convencional, como la actividad académica que podría desarrollarse en las redes tendría poco o ningún valor real para sus profesores y, en consecuencia, para su formación. No obstante, esta explicación ha de entenderse como una hipótesis de trabajo para futuras investigaciones. Por otra parte, llama la atención el escaso apoyo académico que encuentran ambos colectivos, especialmente los estudiantes “de ciencias”, en las redes sociales.

 Este dato apunta claramente a la aún limitada actividad con fines docentes del profesorado en las redes sociales. Asimismo, indica el poco provecho que obtienen los docentes que están apostando por ello. En tal caso, sería preciso seguir incidiendo en la formación y en el desarrollo de experiencias experimentales.
Finalmente, los estudiantes “de letras” emplean las redes sociales con fines acadé­micos en mayor medida que sus compañeros “de ciencias”. Es lógico que las dife­rencias halladas en el uso genérico de las redes tengan su reflejo en el uso acadé­mico que dispensan a las redes ambos grupos. En investigaciones anteriores (véase Gómez, Roses y Farias, 2012), ya advertimos que la escasa utilización académica de las redes—sin hacer distinciones por áreas de conocimiento—podía deberse a la apatía o inexperiencia del profesorado con estas tecnologías. No obstante, en el caso que nos ocupa, quizás podamos esgrimir alguna razón adicional que arroje luz sobre las diferencias encontradas. Es probable que en las titulaciones “de letras” se estén realizando más trabajos en grupo, dado que la mayor diferencia se halló en el uso de las redes para este menester.
Los trabajos de grupo, en definitiva, el trabajo cola­borativo, suscitan mayores necesidades de comunicación entre el alumnado. Quizás esto propicie mayor actividad y contacto inter pares a través de las redes en los estudiantes “de letras”. Por otra parte, sería preciso indagar con metodología cualitativa si acaso existen distintas culturas estudiantiles dentro de las áreas de conocimiento cuyas dimensiones pudieran tener efecto en cómo los estudiantes interactúan entre sí. A priori, percibimos que existen titulaciones donde aflora un mayor espíritu compe­titivo, o una conciencia más individual o colectiva como estudiantes, por ejemplo. Cada grupo cultural podría, por consiguiente, experimentar unas necesidades y usos comunicativos distintos para con sus compañeros.

Por todo ello, no caben recetas universales en el uso docente de las redes. Es preciso estudiar con antelación cada grupo de estudiantes a fin de diseñar el método que consiga los mejores resultados de aprendizaje. En algunos casos, quizás esto pase por descartar las redes sociales si los docentes no somos capaces de atender a las expectativas creadas a nuestros estudiantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario